miércoles, 31 de diciembre de 2008

FELIZ AÑO 2009


Ally McBeal aseguraba en un capítulo que cuando acaba un año es necesario hacer balance. Según la abogada minifaldera, si al final no acababas llorando de alegría o de tristeza, es que había sido un año perdido.
Espero que el vuestro no lo haya sido y que el 2009 os traiga mucha alegría, humor, amor, sueños cumplidos y cultura. Yo no seré egoísta elaborando una lista interminable de propósitos o deseos por cumplir, sino que pediré seguir tan bien como hasta ahora pero con un único cambio: un nuevo trabajo que me ilusione.
Y vosotros, ¿qué pedís?
¡FELIZ 2009!
En el apartado de "Entrevistas" tenéis una nueva. Es a Claire Elizabeth Terry por su libro solidario El arte de vivir, donde grandes líderes nos dan consejos para aprender a vivir mejor... ¡una excelente oportunidad para empezar el año con buen pie!

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Recomendaciones literarias II


Hoy os dejo con una selección de los libros que más me han gustado. Probablemente se me olvide alguno, pero como se suele decir "no están todos los que son, pero son todos los que están".


¿Coincidimos en alguno? ¿Cuáles son vuestros libros favoritos?

* Cumbres borrascosas de Emily Bronte: Mi libro de cabecera. Lo he leído varias veces y cada una de ellas me emociona como la primera. Una historia de amor inolvidable que no entiende de clases, espacios o tiempos. Cuando lo acabéis desearéis haber conocido un amor así y gritar:" ¡Yo soy Heathcliff!" Obra maestra.

* Mirall trencat de Mercè Rodoreda: Un espléndido retrato de la ficticia familia Valldaura a través de tres generaciones. Amor, dinero, sexo, traición, muerte...como bien indica su título, conoceremos a los personajes como si les miraramos a través de un espejo roto. De esta autora también me encantó Aloma.

* El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde: Un clásico imprescindible. Habla sobre el paso del tiempo y la obsesión por la belleza ¿Venderíais vuestra alma al diablo con tal de permanecer jóvenes? Dorian lo hace y se convierte en un monstruo.



Toda la obra de Oscar Wilde es interesantísima, personalmente también os recomiendo las dos obras que escribió tras su paso por prisión por ser homosexual: La balada de la cárcel de Reading y De profundis, una larga epístola que escribe a su amado Bosie.

* Rayuela de Julio Cortázar: Después de leerlo nunca volveréis a pensar en la literatura del mismo modo. Cortázar juega con todo: el tiempo, los puntos de vista, el lector... proponiéndole leer su obra de forma continua o emulando el juego de la rayuela (aquí conocido como "charranca") Os enamoraréis de la Maga y de los puentes de París. Probablemente lo queráis leer más de una vez porque tendréis la sensación de que con una sola lectura, os perdéis mucho contenido.

* La tregua de Mario Benedetti: Un libro precioso sobre un hombre que se jubila e, inesperadamente, encuentra el amor. Muy tierno. Con Benedetti, pasa como con Wilde, me encanta toda su obra. Pero haré una selección y me quedaré con sus cuentos (no os perdáis "Puentes como liebres" o cómo el amor, cuando es verdadero, sabe ser paciente).

* Como agua para chocolate de Laura Esquivel: Cuando tu familia te impide amar a un hombre, siempre puedes demostrarle tu cariño a través de la cocina. Tierno y mágico. Dan ganas de aprender a cocinar las recetas que se incluyen y jugar con los fósforos.

* No te muevas de Margaret Mazzantini: Un médico vela el cuerpo de su hija después de que haya sufrido un terrible accidente de moto. Mientras permanece inconsciente, él le relata la historia de amor más bonita que conoce: la que vivió con una prostituta llamada Italia, a la que primero violó y de la que se acabó enamorando. Y es que a veces quien menos te lo esperas acaba devolviéndote la ilusión. Párrafos larguísimos para subrayar y saborear despacito. Excelentemente escrito. (Hay adaptación cinematográfica italiana, con Sergio Castellito - marido de la escritora- y Penélope Cruz, en un papel que borda, no como la histérica sin gracia de Vicky Cristina Barcelona).

* Carta de una desconocida de Stefan Zweig: un hombre recibe una misteriosa carta anunciando la muerte de una mujer a la que amó pero a la que no recuerda. Ella pasó toda su vida intentando que la conociera y no la olvidara.

* El principito de Antoine de Saint Exupéry: un libro para aquellas personas grandes que no olvidan que también fueron pequeñas. Inocencia, dulzura y moralejas. ¿Se puede pedir más en un cuento brevísimo?



* Cuatro amigos de David Trueba: Un hombre se da cuenta de que el amor de su vida se va a casar y decide ir con cuatro amigos a recuperarla. El viaje les ayudará a conocerse un poco mejor, a los otros y a ellos mismos. Libro súper recomendable; desbordante de humor, amor y reflexiones. Reiréis sintiéndoos identificados con el grupo de amigos y os emocionaréis con la historia de Solo y Bárbara. Los que, como yo, suelan subrayar libros...¡que tengan a mano un lápiz de recambio, porque aquí no pararán! Este blog debe su título a este maravilloso libro.
* El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez: ¿Cuánto tiempo esperariáis al amor de vuestra vida? Florentino Ariza está dispuesto a esperar toda una vida si hace falta, con tal de conseguir a su Fermina Daza. Un clásico.

* Lolita de Vladimir Nabokov: Otro imprescindible. Ya sabéis de que va, así que no me extenderé y tan sólo os diré que si aún no lo habéis leído, ¡hacedlo! Amor y obsesión al límite.

* La princesa prometida de William Goldman: probablemente todos hayáis visto la adaptación cinematográfica de este maravilloso libro. La próxima vez que escuchéis un "Como desees" os dará un vuelco el corazón. Todos los personajes son inolvidables.

¡Recomendadme los vuestros!

martes, 23 de diciembre de 2008

Soldados de cerca de un tal Salamina

¿Existe una novela llamada Los patos de Eulalia? ¿Los años de soledad de Gabriel García Márquez pasaron tan lentos que se convirtieron en mil? ¿Mercè Rodoreda cambió a último momento su Plaça del Diamant por la Plaza de Vietnam?
El librero en ocasiones debe convertirse en una especie de superhéroe para saber qué es exactamente lo que le están pidiendo.
Situaciones divertidas, títulos ocurrentes y momentos surrealistas están asegurados en la lectura de este interesante anecdotario.

Basta con echar una rápida ojeada en una librería para comprobar que últimamente están proliferando los títulos dedicados a compartir anécdotas de diferentes profesiones: enfermeras, azafatas, secretarias o incluso uno que aún está en fase de preparación acerca de las “conversaciones de besugo” que tienen lugar en las líneas 11811.

Eduardo Fernández estudió Filología Hispánica y trabaja como librero en La Casa del Libro. Durante años, él y sus compañeros han sido testigos de las equivocaciones más disparatadas referentes a títulos y autores. Probablemente al acabar la jornada intercambiaban anécdotas y risas, hasta que un buen día pensaron que sería divertido compartirlas y publicarlas. Y así nace Soldados de cerca de un tal Salamina, un ejemplo real de alguien que lo que realmente buscaba era Soldados de Salamina de Javier Cercas.

En la primera parte se incluyen algunas explicaciones y consejos sobre la galaxia librera: las horas a las que nunca debes molestar a un librero -que aunque confiesa que son todas, especialmente resalta la hora de cierre-, cosas que nunca debes hacer -cogerle del brazo cuando carga una pila de libros, interrumpirle cuando habla con otro cliente, enfadarse porque no está el libro que busca…- o lo qué de verdad se cuece tras algunos eventos especiales como el día de Sant Jordi, la Feria del Libro de Madrid o la campaña de texto escolar.

La segunda parte de este anecdotario es mucho más divertida y se centra en mencionar algunas de las equivocaciones por parte de los clientes: confusiones entre título y autor (El Maquiavelo de El príncipe o el James Joyce de Ulises), conversión de algunos nombres extranjeros como Zaraturka por el Zaratrusta de Nietzsche o Pinocho como álter ego de Spinoza.

Otros prefieren cambiar directamente el título por uno que consideran más adecuado. De este modo, Franco Moribundia de Juan Luis Cebrián se convierte en un simple “Se muere ya” o el conocido libro de Laura Esquivel Como agua para chocolate pasa a ser, obviamente, “Para el desayuno”.

Pero como en el arte circense, siempre queda el más difícil todavía; y es ni más ni menos cuando un cliente aparece con un papelito donde se lee: “Fotsche de waight”. ¿Cuál creéis que es la solución? Seguro que incluso el librero más avispado se las vio negras hasta llegar a la conclusión de que era Fouche, de Stefan Zweig.

Los últimos capítulos se centran en algunos momentos surrealistas que han vivido los libreros, como cuando solicitaron “las guías de viajeros y no de turistas, el libro esencial de cocina veterinaria, libros de ensaladas vegetarianas en chino, libros de autoayuda para aprender idiomas o billetes de autobús”.

Una apuesta original y divertida, escrita con mucho respeto y que no pretende ridiculizar a nadie, sino simplemente provocar una sonrisa. Y también, por qué no, nos hace valorar un poco más a esos seres mortales que son los libreros, y que deberían entrar en la categoría de semidioses si demuestran que son capaces de resolver enigmas como los que en el libro se citan.

Eso sí, la próxima vez que no sepáis un título o un autor, tened en cuenta que vuestro error puede dar título a un nuevo libro. Y es que la editorial Comanegra ya prepara una segunda parte.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Recomendaciones literarias I

Con motivo de las fiestas navideñas, he decidido compartir mi lista de lecturas favoritas. Estas sugerencias quizá os ayuden a la hora de comprar libros, para vosotros o para regalar. Mañana incluiré mis libros preferidos; hoy, os dejo con una selección de los libros que más me han gustado publicados en 2008.

* Los hombres que no amaban a las mujeres, Stieg Larsson (Destino): La sensación literaria del año. Mucho más que un thriller o una historia de misterio; sus personajes parecen cobrar vida propia y el estilo engancha muchísimo. No aparece en mi lista el segundo tomo porque aún no he tenido el placer de leerlo. Así que si os gustó el primero, ¡a por el segundo! Y si no lo conocéis, ¡empezad!


* El mundo amarillo, Albert Espinosa (Grijalbo): Un canto a la vida con una mirada muy especial. Ideal para personas optimistas que afrontan la vida con una sonrisa, o especialmente, para las que quieren empezar a hacerlo.


* El niño con el pijama de rayas, John Boyle (Salamandra): Un libro del que no se para de hablar y que parece casi obligatorio leer. Sencillo y tierno, ideal para incitar a la lectura a los que les cuesta coger un libro. Gustará a casi todo el mundo.


* Aunque seamos malditas, Eugenia Rico (Suma de Letras): Dos historias paralelas sobre la brujería y la acusación a lo largo de la historia. Para mujeres valientes y diferentes que se sienten orgullosas de serlo y para los hombres que se enamoran de ellas.

* Citas en Manhattan, Emma Reverter (Planeta): Un libro ameno y divertido sobre el mundo de los solteros en Nueva York. Con la ayuda de un asesor de citas es más fácil encontrar a tu media naranja. ¿O no? No es chic-lit, sino un híbrido de novela y reportaje periodístico.


* Un negocio de cine, Jaime Fuertes (Almuzara): Absolutamente imprescindible para amantes del séptimo arte. Plagado de información interesantísima, anécdotas y curiosidades.


* La mascota, Mark Kurzem (Suma de Letras): Para los que disfrutan con historias reales: el protagonista es el padre del escritor, quien resume así su historia. “El descubrimiento de la infancia nazi de mi padre judío”. Interesante, ¿no? Muy emocionante, cala hondo en el lector.


* Soldados de cerca… de un tal Salamina, Eduardo Fernández (Comanegra): Ahora que están tan de moda los libros sobre anécdotas relacionadas con profesiones, qué mejor momento para leer este. Se basa en las equivocaciones que cometemos los lectores al pedir determinados títulos o referirnos a algunos autores cuando vamos a una librería. Divertido y, en ocasiones, sorprendente. Atentos al título, sino.

* Firmin, Sam Savage (Seix Barral): Para ratas de biblioteca y nunca mejor dicho. O para aquellos que tenían fobia a estos animales y empezaron a mirarlas con otros ojos tras Ratatouille. La ternura de Firmin nunca os abandonará. “¡Adiós, cremallera!”.


* Saga Crepúsculo, Stephenie Meyer (Alfaguara): A pesar del argumento, probablemente no guste a aquellos muy entendidos en el universo vampírico, sino más bien a los que disfrutan siendo testigos de cómo dos adolescentes luchan y ponen el mundo patas arriba para amarse sin impedimentos. (De momento, sólo he leído el primero, pero me encantó).


¡Felices lecturas!


Más recomendaciones en el especial de Navidad de http://www.ciberanika.com/

viernes, 19 de diciembre de 2008

Be my baby, I'll look after you


Sin tiempo para actualizar, así que sólo os recomendaré una canción que me parece preciosa y que no he podido dejar de escuchar una y otra vez: Look after you de The Fray.
Un grupo muy interesante con otras canciones memorables: How to save a life (BSO Anatomía de Grey), You found me (BSO Perdidos) o Over my head.


Be my baby, I'll look after you...

martes, 16 de diciembre de 2008

Entrevista a Juan Gómez- Jurado


Hoy recupero la entrevista que Manel Haro y una servidora hicimos al último ganador del Premio Ciudad de Torrevieja en el programa Llegir en cas d'incendi (Alternativa Barcelona, 102.5 FM)
La excusa es que Juan Gómez-Jurado cumple hoy 31 años. Nos contó que después de leer Los pilares de la Tierra con 14 años empezó a soñar con ser escritor y que le consideraran "el nuevo Ken Follett". Ahora se encuentra en la treintena, recientemente ha conocido al escritor británico y su sueño se ha hecho realidad: su nombre es referente en la literatura de misterio española.
Sus novelas Espía de Dios y Contrato con Dios hechizaron al público nacional e internacional y han sido traducidas a multitud de idiomas. Ahora presenta El emblema del traidor, novela ganadora del VII Premio Ciudad de Torrevieja dotado con 360.000 euros y, sin duda, uno de los libros del año.
Juan, en la novela hay masonería, nazismo, amor y traición. ¿Cuántas tramas y subtramas hay en El emblema del traidor?
Unas cuantas (ríe). Sobre todo es la historia de Paul Reiner, que busca a su padre en la Alemania de entreguerras. En esta búsqueda acaba encontrándose a sí mismo. Es una novela de intriga, pero a la vez hay un poso emocional importante.

¿Qué hay de realidad en el personaje del capitán González?
La historia del capitán González parte de otra historia real que me contó un librero de Vigo. En 1940 el padre de este librero se encontraba a bordo de una patrullera en el estrecho de Gibraltar, cuando de pronto se encontraron con una patera en mitad de las olas. Ellos arriesgan sus vidas y suben a los cuatro pasajeros a bordo. Entonces se dan cuenta de que no son subsaharianos, sino cuatro alemanes blancos y rubios. Estos les piden con señas que les lleven a Portugal. En un acto de generosidad, el capitán González los lleva a Portugal. El cabecilla de estos náufragos entrega al capitán González un emblama de oro y diamante, que es el que aparece en la portada del libro. Aunque parezca una historia sacada de una película es real.

¿Cómo empieza la labor de documentación para escribir una novela partiendo de esta historia real?
Lo primero fue averiguar qué era ese emblema. Sabíamos que podía tener algo que ver con la masonería, pero había expertos internacional que habían dicho que eso era falso porque los masones nunca hacen emblemas de materiales nobles. Viajé a París, Munich, Berlín... para encontrarme con cualquier persona que supiera algo de masonería alemana. Uno me dijo que cuenta una leyenda masónica que, cuando Hitler llegó al poder, encargó a Adolf Eichmann que acabase con la masonería. Es sorprendente cómo una sociedad secreta como la masonería acabó cayendo en pocos meses porque 80.000 de ellos acabaron en campos de concentración en un año. Al parecer, hubo un masón que vendió a los demás, un traidor. Como premio, Hitler entregó una parodia del emblema de masón, pero en oro y diamantes. Utilicé como punta de partida todo esto, que es real.

Le gusta matizar que ésta no es otra novela sobre el nazismo.
Es muy importante. Ésta es una novela de intriga, de venganza, de amor. No es una novela tipo El código da Vinci y demás, de las que estamos todos hartos; ésta es una novela distinta, de aventuras. Yo tropecé con esta historia y empecé a partir de lo que encontré. Las 19 primeras páginas habla del capitán González, pero luego hay otro punto de vista totalmente diferente.

¿Por qué dice que ésta es su novela más ambiciosa?
Porque yo he tenido que trabajar mucho con una documentación exhaustiva. Estuve, por ejemplo, en clubes de jubilados para que todo aquel que tuviera más de 80 años, me explicaran cómo vivían en los años 20. Así me contaban a qué olían las calles, a qué se dedicaban, a qué hora se iban a la cama, cómo trabajaban... Es decir, detalles nimios que no se encuentran en libros de historia, pero que luego a la hora de convertir tu imaginación en realidad son fundamentales. Lo que ellos me contaban los integraba en los personajes.


Usted estaba trabajando en otra novela antes de que el librero de Vigo le contase esta historia. ¿Tanto le impactó?
Le veo documentado (ríe). Sí, estaba escribiendo una novela sobre la guerra de Irak. Estaba en el proceso de documentación y tenía billetes reservados para ir a Bagdad para conocer los hechos de primera mano. Mi mujer quedó encantada de que dejara la historia de Irak, a pesar de que iba con una empresa londinense que se encarga de llevar a Bagdad a periodistas con medidas de seguridad extremas.
No es de extrañar...
Sí, piense que el trayecto entre el aeropuerto y la Zona Verde de Bagdad es de las más peligrosas del mundo: bombas, atentados... Yo estaba acojonado, pero quería estar allí para contar cómo vivía la gente. Era un thriller. Pero me cautivó tanto esta otra historia, que no me quedó más remedio que cambiar (ríe).

¿Qué opina cuando le dicen que es el Ken Follett español?
Como un niño de 15 años cuando le dicen que juega como Kubala o como Eto'o (ríe). Yo soy un enamorado de la literatura. Yo aprendí a leer con Julio Verne, pero con 14 años leí Los pilares de la tierra. Cuando terminé, pensé que yo quería hacer cosas como esas. Evidentemente era una idea demasiado ambiciosa. Cuando conocí a Ken Follett este año, me dio la enhorabuena por tener un sueño y luchar hasta conseguirlo. A mí se me caían las lágrimas.

Qué menos...
Claro, te vas haciendo mayor y ves que tus sueños se cumplen, que tu primera novela se publica en 40 países. Yo le decía a Ken Follett "señor Follett, preocúpese porque le robaré el puesto". Se lo dije en broma, claro, pero se lo tomó en serio (ríe) y me dijo que tendría que ir con cuidado. Él es muy correcto y un auténtico caballero.

¿Se puede confiar en la transparencia del Premio de Novela Ciudad de Torrevieja?
Yo siempre lo he defendido. Fernando Savater decía en la rueda de prensa del Planeta que hoy en día, creer en el Planeta es como creer en los Reyes Magos. Presentar mi novela al Torrevieja fue idea de mi mujer. Yo no pensaba que fuera a ganar, pero cuando me llaman por teléfono para decirme que estaba entre los cinco finalistas, me pasé la noche temblando. Lo mismo que la noche del fallo, que llegué a encontrarme mal de los nervios (ríe).

Sus anteriores novelas han sido traducidas a muchos idiomas. ¿Cuál le ha hecho más ilusión?
El otro día me llegó una traducción de Contrato con Dios al coreano. Llamé a mi agente en Corea del Sur y le preguntaba cuál era mi nombre y cuál era el título, porque no podía reconocer ni mi nombre de la portada. Es increíble ver que a miles de quilómetros hay gente que te está leyendo, con una cultura diferente y que nunca conocerás.

Después del éxito de Espía de Dios, de Contrato con Dios y de El emblema del traidor, ¿es difícil no morir de éxito?
Tanto mi mujer como mi agente, Antonia Kerrigan, me protegen mucho. Me mantienen al margen de las negociaciones. Yo sólo me entero de todo cuando llega un contrato a casa para firmarlo. De ese modo, puedo dedicarme a mi familia y a trabajar. Mi preocupación ahora es hablar con vosotros. Hace unos minutos mi mujer me hablaba de que mi hijo necesita unos pañales más grandes (ríe). Esa cotidianeidad es necesaria para mí.

Más información en www. juangomezjurado.com

lunes, 15 de diciembre de 2008

Antimanual de sexo de Valérie Tasso (Temas de Hoy)


Valerie Tasso está harta de lo que ella llama discurso normativo del sexo, y que no es más que lo que siempre nos han hecho creer acerca de él. Le parece un sacrilegio que algo tan importante en nuestras vidas esté plagado de tópicos y clichés “que se pegan más que el chicle a la suela del zapato”. Por eso, su antimanual pretende acabar con todos ellos e impregnar al lector con experiencias propias que logren que se replantee esas falsas creencias y con el objetivo de que “cada uno actúe desde la libertad que da el conocimiento”.

La autora de Diario de una ninfómana se ha topado en su vida con dos personas que le aseguraron que el sexo no existía, sino sólo lo que hacemos con él. A raíz de esta afirmación y de la máxima de Focault -el sexo se oculta hablando de sexo- la autora propone un antimanual para acabar de una vez por todas con los tópicos que le rodean.

Sin duda, si teníamos que depositar nuestra confianza a una maestra de este arte, ella es la adecuada. Sus vivencias como ex prostituta están muy presentes en cada capítulo, pero también las teorías y conocimientos que le aportaron su doctorado en Sexología. Las dos caras complementarias de una misma moneda: conocimientos y experiencia.

La mayoría de capítulos se inician con una cita célebre, una conversación que mantuvo Valérie en su momento con otra persona o incluso una noticia del diario. Seguidamente, la autora explica una experiencia personal relacionada con el tema en cuestión y los motivos por los cuales considera que es un tópico erróneo. En sus argumentos, además, siempre tiene un peso importante la etimología de las palabras, que en más de una ocasión sorprenderán al lector. De este modo se van desgranando temas como: la importancia de la primera vez, si el mejor amante es el hombre que más tiempo aguanta, el multiorgasmo o si los homosexuales son promiscuos.

Hay algunos capítulos que realmente te hacen reflexionar a raíz de los argumentos y comentarios de la escritora francesa, en cambio, también hay otros en los que el lector probablemente no acabe de ver la conexión entre tópico y las historias personales. Éstas, en general, son lo más interesante del manual, y las hay de todo tipo: la mujer que creía que era nifómana y sólo había estado con dos hombres, una confesión de la autora: se masturbó en pleno Louvre mientras un guía explicaba un cuadro, la de aquel cliente del burdel que disfrutaba “metiéndola durante 59 minutos y correrse cuando sonaba la alarma del reloj al cumplir la hora” o la inquietante (y desagradable) historia del hombre que pagaba para que el burdel le diera los preservativos usados por las prostitutas y con los que luego él se masturbaba.

El fin del manual es loable: acabar con los tópicos, clichés y tabús que acechan desde siempre a algo tan discutido como placentero. El (anti)manual de Valérie no será el definitivo, pero sí hará reflexionar al lector y conseguirá que a partir de ahora se acerque a algunos temas desde una nueva perspectiva.
Reseña publicada en www.ciberanika.com

martes, 9 de diciembre de 2008

Dar huevos a los vecinos puede ser muy peligroso


El televisor nos muestra la imagen de una típica familia norteamericana acomodada: Anne, mujer de esbelto cuerpo y melena rubia, enamoradísima de su marido George y encantadora mamá de Georgie, un buen hijo. Los tres se dirigen a la casa de veraneo junto al lago, escuchando canciones de música clásica e intentando adivinar el título de estas.
Justo antes de llegar al hogar, dulce, hogar, se encuentran con sus vecinos de toda la vida acompañados por dos jóvenes rubios vestidos de un blanco impoluto. Quedan para jugar a golf al día siguiente.

Mientras padre e hijo se van al embarcadero, la madre hurga en la nevera pensando qué gran manjar cocinará para su amada familia.
Alguien pica a la puerta: es uno de los jóvenes de blanco que le pide unos huevos. Anne, como buena vecina, acepta, pero cuando su invitado le tira sin querer el móvil al fregadero empieza a incomodarse. Además, ¿cómo ha conseguido entrar si la verja estaba cerrada?

Poco después llega a la casa el segundo de los amigos, y luego la familia de Anne. Una vez se encuentran los cinco en el recibidor, empieza la pesadilla: Los macabros jòvenes quieren jugar y la mala noticia es que ya han escogido a sus víctimas. El juego es simple: estos chicos sin escrúpulos apuestan a que ninguno de los tres vivirá al día siguiente. Ellos deberán intentar conseguirlo.

Michael Haneke realiza, diez años después, un remake plano a plano de su propia película (del mismo título) con la única diferencia de que esta vez los actores son norteamericanos en lugar de alemanes. Decisión bastante cuestionable, ya que no aporta nada nuevo, salvo caras más conocidas en la gran pantalla.

Funny Games es una apuesta arriesgada e interesante pero, a grandes rasgos, me ha resultado fallida. No sé si porque no me ha gustado la película o porque las sensaciones que me ha provocado no las quiero volver a experimentar, pero es un filme que no me apetece volver a ver.
Las víctimas no me convencen: el niño me cae mal, al padre (Tim Roth) le faltan agallas para defender a su familia, por mucha pierna rota que tenga. De hecho, la muerte que más lamenté en todo el metraje es la del perro, y eso creo que ya dice mucho.
Me parece que, en conjunto, desaprovechan continuas oportunidades que se les brinda para escapar. ¿Por qué narices no se les ocurre antes coger el móvil de George? ¿Es necesario malgastar la llamada de urgencias tal y como lo hace? ¿Por qué Anne se empeña en dejarse cazar por los asesinos cuando consigue salir de la casa?



Aún así, el personaje de Naomi Watts es lo mejor del filme, aunque no logro entender algunas de sus reacciones. ¿Una madre permanecería prácticamente impasible viendo a su pequeñín rodeado de sangre? ¿No tiene ganas de gritar o de llorar, sino sólo de apagar el televisor?

Las complejas personalidades de los dos psicópatas están mejor dibujadas. Son crueles y sanguinarios, despiadados y dementes, pero nunca pierden sus buenos modales y su exquisita educación. Precisamente eso lo que da más miedo de ellos, no tienen ningún motivo para actuar como lo hacen, simplemente lo hacen por puro placer.

El ritmo de la película es bastante lento y eso es culpa del abuso de planos secuencias de excesiva duración. En cambio, hay que agradecerle a Haneke el hecho de que la mayoría de escenas violentas se produzcan fuera de campo y que, por lo tanto, el espectador sólo las intuya a través de sonido. La película emana demasiada violencia como para tener que soportar escenas explícitas. Además esta acertada decisión provoca que el espectador permanezca en vilo y que incremente su angustia.
El final, eso sí, me ha parecido absolutamente previsible.

Mucho se ha comparado esta película con La Naranja mecánica, sin embargo no estoy de acuerdo. Exceptuando la violencia gratuita que ejercen los protagonistas, no le veo más similitud. La obra de Kubrick aportaba muchas más reflexiones y tenía más contenido.

Funny Games resulta un tanto aburrida, consigue crear tensión y rabia, pero poco más. Sí es cierto que una vez ha terminado, se te eriza la piel al reconocer que esta historia de ficción no se diferencia tanto de otras reales que salen diariamente en los periódicos. Horroriza pensar que hay gente que mata por puro placer y que, mientras personas inocentes mueren torturadas, hay asesinos que quedan impunes.

Es una película muy dura, que aunque no te guste, marca de algún modo. De hecho, seguro que la próxima vez que un vecino venga a pedirme huevos, me lo pensaré mucho antes de abrirle la puerta.

Trailer de la película.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Dios hizo el mundo en siete días... y se nota. Luis Piedrahita

Como ya hizo en sus dos anteriores trabajos – Un cacahuete flotando en una piscina ¿sigue siendo un fruto seco? y ¿Cada cuánto hay que echar a lavar un pijama? (Punto de Lectura), Luis Piedrahita sigue hablando con pasión, inteligencia, humor y ternura de las cosas pequeñas que nos rodean.

Entre los muchísimos temas que trata este polifacético hombre, destaco algunos: La temida pipa amarga que aparece en todas las bolsas de Churruca, los ojos de los grifos (rojo y azul, y que compara con los de David Bowie), la manía de intentar abrir los pistachos que están cerrados (“es como intentar hacer el amor con la Nancy. ¡Imposible! ¡ No tiene ranura!”), el vaho o lo que él llama “la niebla de los pobres”, la esquizofrenia que padecen las pinzas de tender la ropa (“las ponen para que la ropa se seque y para que las galletas no se sequen, eso vuelve loco a cualquiera”), las toallas de los restaurantes chinos para lavarte las manos, la inutilidad de las perchas -siempre te apetece ponerte la camisa que está debajo de todas-, una reflexión acerca de lo triste que fue inventar el teléfono porque su creador no pudo llamar a nadie y si se llamaba él mismo, ¡estaba comunicando!, o sobre los míticos sándwiches que venden en los aeropuertos y hospitales: “cuando lo abres no tiene nada que ver con lo que acabas de leer. Puede que distingas algunos alimentos por la forma o la textura, pero el color está cambiado. Una lechuga blanca, un jamón de york rojo, un pollo negro, un cangrejo gris…”

Dios hizo el mundo en siete días... y se nota tiene mucho que ver con sus anteriores libros, pero sin embargo, a mí me ha hecho reír menos que los otros dos. Es algo subjetivo que imagino que tiene que ver con la afinidad de cada uno sobre los temas que se tratan. Aún así, también es muy recomendable.

Luis Piedrahita tiene el don de saber apreciar los detalles, pero también hay que reconocerle el mérito de haber sabido encontrar el tono adecuado para contar este tipo de cosas sin resultar demasiado excéntrico o perder credibilidad.

Una vez leídas sus ocurrencias y reflexiones, uno empieza a lamentar no haberse parado a pensar en ellas antes. Por suerte, nunca es tarde pare remendar los errores. Gracias, Luis, por darnos el empujoncito que necesitábamos para volver a enamorarnos de las cosas pequeñas.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Los hermanos MP & MP Rosado ilustran "El retrato de Dorian Gray", de Oscar Wilde


Calaveras sobre la mesa o en el suelo, plantas que se descomponen, repeticiones de varios cuchillos, paisajes siniestros y continuos juegos de luces y sombras son algunas de las imágenes que han escogido los artistas MP & MP Rosado para ilustrar la única novela de Oscar Wilde.
Esta nueva edición de El retrato de Dorian Gray es el último número publicado dentro de una colección de Galaxia Guternberg /Círculo de Lectores cuyo objetivo es que artistas contemporáneos ilustren clásicos de la literatura universal; tal y como ya hicieron Miquel Barceló (La Divina Comedia) o Eduardo Arroyo (La Biblia y Don Juan Tenorio) entre otros.

Se trata de una edición de gran formato y cuya portada representa un manto rojo que emula ser la tela con la que el protagonista protege su codiciado cuadro. Pero la realidad no se puede esconder demasiado tiempo, y cuando el lector lo abre, un papel plateado y reflectante nos devuelve nuestra propia imagen.
Como regalo de lujo, se incluye un CD que contiene los temas musicales que se escuchan a lo largo de la novela y que incorpora piezas de Wagner, Chopin o Beethoven, entre otros.

Pero estos collages -compuestos por fotografías y pinturas- no permanecerán sólo en el papel. Los hermanos Miguel Pablo y Manuel Pedro Rosado, ganadores del premio Arco 2008 para jóvenes artistas, exponen sus ilustraciones en la Fundación de El Círculo de Lectores de Barcelona.
Sin ningún elemento ornamental, el visitante observa los 41 ilustraciones originales que cuelgan de las blancas y desnudas paredes. “No nos gusta utilizar marcos, defendemos lo que llamamos chinchetismo, creemos que da una imagen más artesana”. En el interior de la sala también hay expuesta una instalación de madera dedicada al escritor Roberto Bolaño y cuyos temas principales son las ventanas y el voyeurismo.


Los MP & MP Rosado aseguran que trabajar a cuatro manos nunca les ha ocasionado problemas. “Lo importante es tener el mismo concepto de la obra. Por ejemplo, tuvimos claro que no queríamos mostrar al personaje de Dorian Gray directamente, sino acercarnos a los escenarios donde se podría haber desarrollado la historia. Y a la hora de pintar tampoco hay peleas, porque uno es zurdo y el otro diestro”, puntualiza uno de ellos con una sonrisa.

Precisamente el hecho de ser hermanos gemelos fue un factor decisivo a la hora de aceptar el encargo: "Por nuestra condición, siempre nos ha atraído el tema de la identidad y la dualidad. En esta obra de Oscar Wilde están muy presentes, así que nos pareció perfecto para nosotros”.

Los ilustradores bromean acerca de los equívocos que provoca su seudónimo: “muchos creen que somos mujeres o incluso una corporación”. Y es que, al contrario del personaje que ideó Wilde, ellos no son vanidosos: “nos gusta ser conocidos con éste nombre ambiguo para evitar darle excesiva importancia a la autoría”.


Uno de los artistas explicando un cuadro a un visitante


Una excelente oportunidad para revisar la que, probablemente, sea la mejor obra de Oscar Wilde y que nos demuestra que, cuando creemos que "lo único con valor en la vida es la belleza", podemos llegar a convertirnos en el peor de los monstruos.

Información práctica: Exposición de MP & MP Rosado “El retrato de Dorian Gray” en el Centro Cultural Fundación Círculo de Lectores (c/ Consell de Cent, 323). Tlf: 93 366 03 02.
Horario: de lunes a viernes (10-20h), sábados ( 11-14h y 17-20h) y los domingos y festivos cerrado. Hasta el 17 de enero. Entrada libre.