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viernes, 4 de septiembre de 2009

Frases célebres de niños, Pablo Motos

Frases célebres de niños
Pablo Motos
Editorial: Aguilar/ Punto de Lectura
Primera edición, 2007
Género: Humor
160 Páginas
ISBN: 978-84-663-2206-5

Dicen que los niños siempre dicen la verdad. ¡Y qué verdades tan maravillosas nos revelan en este libro! En él, los más pequeños exponen su particular visión de la vida, así como sus preocupaciones, inquietudes e ilusiones.

En el prólogo, Pablo Motos, presentador del programa de Cuatro El Hormiguero, explica que la idea de crear este libro surgió tras una conversación con una de sus amigas, la periodista Nuria Roca. Entre risas, ambos empezaron a intercambiar algunas frases y anécdotas protagonizadas por sus hijos, hasta que se dieron cuenta de que tenían entre manos un puñado de reflexiones que bien podían considerarse filosofía infantil.

Frases célebres de niños recoge ocurrencias de diversa índole, relacionadas con temas como la inmigración, el matrimonio y el sexo, Dios y la religión, etc., todo narrado desde la perspectiva de los niños, donde predomina lo espontáneo y divertido, pero también lo coherente y reflexivo.
En esta ocasión, considero que es mejor compartir con los lectores un par de ejemplos que extenderme en una reseña que, sin duda, no estaría a la altura del contenido del libro.

Miguel le explica a su madre que en su clase hay una niña china. Ella le responde que eso está bien y que también hay gente española que vive en China. El niño responde “Jo, vaya morro” y su madre le pregunta por qué. A lo que él replica “porque allí todo vale un euro”.

Paula está corriendo y cuando para, el corazón le late muy deprisa. Se pone la mano en el pecho y le dice a su madre “Mamá, mira qué rápido me va el amor”.

Kevin viaja cada día con su madre en autobús. Para evitar pagar el billete del pequeño, ella le dice “si te preguntan la edad, les dices que tienes 3 años”. Un día, caminando por el barrio una vecina los ve y, después de decirle a Kevin que está guapísimo, le pregunta cuántos años tiene. El niño mira a su madre y le dice en voz alta “Mamá, ¿cuál le digo, la de verdad o la del autobús?”.

Una mañana Nacho le dice a su madre muy serio que no quiere ir más al colegio. “Bórrame, mama”, le ruega. A lo que ella le responde: “Tienes que ir cada día, no puedo borrarte”. El niño se pone a llorar y le pregunta indignado: “¿Por qué? ¿Es que me has apuntado con boli?”.
Hugo preguntó a su madre: "Mamá, ¿cómo salí de tu barriga?". Y su madre le respondió: "Pues primero salió la cabeza, después los hombros, luego el cuerpo y al final las piernas". Y dijo Hugo, asustado: "Mamá, ¿pero es que salí destrozado?".

Un libro ideal para reír sin complejos y para volver a ver la vida con los ojos de un niño. Esa visión que, según el autor de El principito, Antoine de Saint-Exupéry, nunca deberíamos perder.


Nota: Todos los beneficios del libro son donados a la Federación Española contra la Fibrosis Quística.

jueves, 2 de octubre de 2008

200 locuras para que te quedes conmigo


Martín es un profesor acomplejado por sus quilos de más, inseguro y muy sentimental. Lleva toda la vida enamorado de Alicia, aunque nunca se ha atrevido a confesárselo. Cuando ella le anuncia que se va a Nueva York, Martín parece reaccionar y, ante el temor de perderla para siempre, acepta convertirse en un improvisado detective para retenerla a su lado.

Si te apetece pasar un buen rato, reírte con ingeniosas ocurrencias y meterte en una inquietante historia detectivesca, 200 locuras para que te quedes conmigo es probablemente la mejor opción.

Martin Piñol disfruta divirtiendo a la gente, se lo ha pasado en grande escribiendo su libro y eso se transmite en cada una de sus páginas. Sólo por conocer al protagonista ya merece la pena la lectura. “Cuando tenía 13 años, todos los tíos de clase esperaban la hora de natación para ver las tetas de las niñas. Y resultó que la tía más desarrollada del curso era yo. No me quejaré de los traumas que coleccioné en aquel entonces. Simplemente te diré que cada vez que tenía que salir del vestuario, con mis ojeras, mi piel blanquita de geisha y la carne peluda que me sobresalía de cada nalga, parecía un oso panda puta”.

Piñol combina a la perfección la intrigante trama con dosis de humor e ironía, pero también mucho romanticismo, que harán que el lector pase de la carcajada a la sonrisa más tierna. Se trata de una novela sobre últimas oportunidades –de ahí el atrayente título- y los sucesos que nos hacen abrir los ojos y nos empujan a actuar. ¿Y qué mejor razón que el amor?
Los lectores que disfruten con el libro -¿es posible no hacerlo?- desearán saber más sobre este chico de marcado acento catalán que adora los macarrones. (Podéis seguirle la pista como monologuista de la Paramount Comedy). Sus ocurrencias le empujan a parar la narración para hacer incisos como este: “pero no te lo voy a contar todo aquí, porque a mi me saldría un capítulo muy largo, y a ti, si lo estás leyendo en el váter, se te agrietaría el culete”.

Piñol es un chico peculiar: inventó un trailer para promocionar su libro donde desafía al mismo Cervantes y su objetivo es que con sus libros la gente recupere la ilusión por la lectura. Quizá esa meta sea un tanto utópica, probablemente no baste un libro para hacerlo, pero sin duda será una gran contribución.
Gracias a su historia el lector olvidará momentáneamente la parte gris de la vida, reirá sin prejuicios y disfrutará soñando ser un detective tan defectuoso como la vida misma. Martí Piñol impulsa a que se ponga toda la carne en el asador cuando deseamos algo de verdad. Y es que como él mismo dice: No hay derrota más triste que aquella en la que te matan antes de pisar el campo de batalla”.
Si queréis saber más sobre Piñol y descubrir en qué se parecen el humor y los macarrones, aquí tenéis la entrevista que le hice para Anika Entre Libros: http://www.libros2.ciberanika.com/desktopdefault.aspx?pagina=~/paginas/entrevistas/entre251.ascx

jueves, 18 de septiembre de 2008

Busco señor para amistad y lo que surja...


Cuando uno lee las historias que Empar Moliner explica en Busco señor para amistad y lo que surja (Ed.Acantilado) tiene dos hipótesis. Una, que la escritora catalana tiene un talento increíble para explicar esas pequeñas cosas que hacen que la vida sea diferente y emocionante. Dos, que está completamente loca. Aunque probablemente estas cuarenta crónicas sean una mezcla de ambas.

Con la excusa de que “no echaban nada bueno en la tele”, esta ex cabaretera y ex actriz va a pedir presupuesto para hacerse un refugio atómico, le escribe una carta al obispo de Barcelona para pedir que la Iglesia Católica la borre de la lista de creyentes, consulta a un adivino sobre el futuro de la lengua catalana (desternillante) o se pasa una semana realizando el trayecto Plaza Cataluña- La Pedrera para ver cuántos pasos ha caminado. Todo ello narrado de forma irónica, sarcástica, con un increíble sentido del humor, pero también con ternura.

Moliner asume el rol de observadora de la vida y encuentra el placer en los pequeños detalles cotidianos, eso sí, siempre tratados desde un punto de vista original y mágico. ¿Quién sino iba a hacer una crítica de la LOCE a través de las anotaciones de una agenda escolar encontrada en la basura? Su propuesta se convierte en un potente revés para aquellos que crean que el periodismo no puede ejercerse de forma original y sobre todo humorística. Estas crónicas resumen la esencia de ese periodismo gonzo por el cual apostaba Hunter S. Thompson y dónde importan de forma equitativa tanto las historias como las peculiares anotaciones que nos propone la autora.

El protagonista de El guardián entre el centeno (J. D. Salinger, 1951), Holden Caulfield, explicaba que sabía cuándo le había gustado un libro si al acabarlo le entraban ganas de ser amigo íntimo del autor, para poder llamarle por teléfono siempre que le apeteciese. Las personas que se enfrentan a la vida diaria con vital optimismo, que ríen viendo series como Ally McBeal y consideran que la vida es un lugar lleno de pequeños placeres, seguramente querrán conseguir el teléfono de Empar y poder pasar largas horas hablando con ella. Total, como tampoco echan nada en la tele...

Reseña publicada en www.ciberanika.com